Argentina se enfrenta con la Unión Europea por el caso Repsol


El gobierno argentino calificó de “inaceptable” y desmesurada” la reacción de la Unión Europea (UE) por la decisión de expropiar el 51% de acciones de la petrolera YPF, que controlaba la española Repsol. En una carta dirigida al comisario de Comercio de la UE, Karel de Gucht, Buenos Aires argumenta arguye que el enfoque europeo es desacertado.
"Sus comentarios sobre Repsol-YPF, me han causado sorpresa, tanto por su enfoque como por el tono empleado. La reacción es desmesurada y el enfoque merece un análisis más detallado", señala el canciller argentino Héctor Timerman en su respuesta a una misiva que le había enviado el funcionario de la UE.
El comisario de Comercio de la UE, Karel de Gucht, había señalado en su que "se envía una señal muy negativa desde el Gobierno argentino a todos los inversores internacionales".
"La expropiación de las acciones de YPF se suma a una creciente lista de decisiones problemáticas adoptadas por Argentina en el pasado reciente en el área de comercio e inversiones", indicó el representante de la UE.
En la respuesta difundida por la Cancillería, Timerman realiza un pormenorizado informe de la situación de la filial YPF, en especial sobre la reducción de la producción de gas (-25,4%) y petróleo (-38,3%), la contracción de reservas de crudo (-40,5%) y de gas (-47,1%) y una caída en los trabajos exploratorios entre 1999 y 2011.
La compañía fue intervenida por la presidenta Cristina Kirchner quien envió al Congreso el proyecto de expropiación, que votó este jueves en forma favorable el Senado y giró a Diputados para su sanción la semana próxima.
La medida provocó protestas y represalias comerciales de España, apoyada por la UE, Estados Unidos y el Banco Mundial.
"La firma (Repsol) --agregó Timerman-- exhibió extraordinarios niveles de rentabilidad gracias a una estrategia de segmentación del mercado y aumento de precios" y precisó que entre 1999 y 2011 "distribuyó un total de 15.728 millones de dólares en dividendos".
De Gucht a su vez manifestó su "grave preocupación" por la expropiación y señaló que "la situación actual está en un punto en que corre riesgo de poner en peligro nuestras relaciones comerciales y de inversiones", según la carta difundida por la agencia estatal Télam.
En cuanto al tema comercial, el Canciller calificó de "inaceptables" los cuestionamientos a la política comercial de nuestro país".
En este sentido, recuerda la represalia tomada por España de dejar de importar biodiésel y considera que la "medida representa una inaceptable discriminación que, de no ser corregida por la UE, afecta a la mitad de nuestras exportaciones a España o el 10% de nuestras exportaciones totales a la UE".
De Gucht había sostenido en su carta que la política de Kirchner "contradice las promesas de Argentina, hechas en el contexto del G20 (Grupo de los 20, desarrollados y emergentes), para resistir y reducir las medidas proteccionistas del comercio y de las inversiones".
"La Argentina es socio fundador del G20 --respondió Timerman--, al igual que la UE. Sería más constructivo para el accionar del G20 que la UE se aboque a cumplir sus compromisos en vez de adjudicarse el rol de evaluador de otros miembros, rol que nadie le ha otorgado".
La carta europea invitaba a buscar una "solución aceptada mutuamente" y a respetar "compromisos internacionales sobre el tratamiento y la protección de las inversiones que se originan desde la UE".



Fuente: http://www.espanol.rfi.fr/americas/20120428-argentina-se-enfrenta-con-la-union-europea-por-el-caso-repsol