Prevén invertir u$s 300 millones en la próxima década. Tras consolidar cambios en la concesión, la terminal apuesta a diversificar la operatoria y a avanzar en un ambicioso plan de obras.
El puerto de Rosario espera movilizar más de 3,7 millones de toneladas de mercaderías el año próximo, casi un 25 por ciento más que durante 2013. Además, se iniciará un plan de inversión que alcanzará en los próximos 10 años unos 300 millones de dólares. Entre las obras que arrancarán en breve figuran la refacción del muelle 7 y el camino que une la avenida de Circunvalación con la entrada de Ayolas, trabajos que requerirán desembolsos de 30 millones de pesos.
Angel Elías, presidente del Ente Administrador del Puerto Rosario (Enapro), confirmó durante el brindis de fin de año que se realizó en las instalaciones del ente, que estas obras “empezarán lo antes posible”.
Gustavo Nardelli, director de Terminal Puerto Rosario (TPR), la concesionaria de la terminal multipropósito, explicó que en 2014 se prevén capturar nuevas cargas. “Ya estamos negociando por frutas y minerales nuevos”, precisó, al tiempo que contó que en 2013 llegaron a los 3 millones de toneladas. En TPR confían que en 2014 va a despegar la operatoria con contenedores. Es por eso que ya están hablando con navieras como Hamburg Sud y otros feeders.
Pero el año próximo será clave para la toma de “decisiones muy importantes de inversión”, que probablemente estén a la vista en 2015. “Hablamos de infraestructura pesada, de hacer muelles nuevos o reforzarlos”, dijo Nardelli. El empresario señaló que ya se están acondicionando caminos de ingreso. “El puerto de Rosario es una aspiradora de inversión, no existe límite, en los próximos diez estimamos desembolsos que van a rondar los 300 millones de dólares, todo se va hacer en forma modular, escalonada, e indudablemente tiene que haber una respuesta del mercado para lograr eso”, detalló. Hoy TPR opera a un 15 o 20 por ciento de la capacidad, por lo que “hay muchísimo para crecer”.
El directivo destacó que el 2013 fue un año importante porque se concretaron inversiones anunciadas cuando se hicieron cargo del puerto. “Fue un año en que el puerto por primera vez trabajó en una línea de ingreso-egreso equilibrada”, agregó. También celebró el trabajo con los socios chilenos de Ultramar. “Hay una química muy especial, un hermanamiento muy interesante”, subrayó.
En este año de inflexión, dijo, el puerto rosarino empezó a ponerse en el radar de todo el universo portuario nacional. “Hicimos un montón de operaciones, la más destacada fue el desembarco de autos pero también hicimos trasbordo de mineral de hierro y cemento, y terminamos de embarcar azúcar a un ritmo importante”, recordó. Nardelli destacó la inversión en una nueva máquina Sena Woven de 1,5 millón de dólares, “el chasis para automatizar operaciones de contenedores”. También avanzan las charlas con las automotrices para que Rosario sea el puerto de salida y entrada de General Motors, Renault y Fiat/Iveco. Elías, del Enapro, dijo que la prueba piloto que General Motors realizó este año “fue muy prometedora”.
“Hemos trabajado muchísimo también para poner el puerto en el radar de un montón de operadores”, enfatizó Nardelli. Y, remató: “Estamos en el lugar y en el negocio indicado”.